Las ventajas de la integración y la autonomía de las máquinas preconizadas por la industria 4.0 pueden ser obtenidas por las empresas, independientemente de sector o del porte. Diferente de lo que se puede imaginar, las tecnologías que integran mundo físico y virtual son aplicables también a pequeñas y medianas empresas. 

Así como en las grandes industrias, esta adhesión demanda cambios e inversiones para alcanzar el nivel tecnológico, inclusive en la forma de administrar el negocio. O sea, afecta a todos los sectores, además del ambiente fabril propiamente dicho, inclusive al cliente, que a través de nuevos recursos, pasa a demandar y participar del proceso productivo, como el ejemplo de los productos personalizados.  

En Brasil, algunas empresas menores ya iniciaron el proceso de digitalización, con foco en el aumento de productividad. El movimiento aún es lento, no obstante, gradual y, según los especialistas, debe ser determinante para distinguir quién permanecerá competitivo o no en el mercado. 

Pero, ¿cuáles son los requisitos para implementar la Industria 4.0 en pequeñas y medianas empresas?

  • Automatización de la producción, tanto en los procesos productivos como en el desarrollo de la cadena productiva;

  • Interoperabilidad, o sea, todos los sensores, actuadores y sistemas de un ambiente industrial logran comunicarse, incluso cuando son descendientes de diversos proveedores;

  • Virtualización de procesos, posibilitando que los datos obtenidos en los productos y en los equipos físicos sean transmitidos a los modelos virtuales y en simulaciones;

  • Adaptación de la producción en tiempo real, una vez que los datos son analizados en el instante de su recolección;

  • Sistemas modulares de los equipos y de las líneas de producción, que permitirán la adaptación de la producción en tiempo real;

  • Procesos de producción descentralizados, con toma de decisión en la manufactura y en los procesos de producción en tiempo real.

La migración para los conceptos de la industria 4.0 puede ser hecha gradualmente y de diferentes formas, dependiendo de los recursos disponibles y de los resultados deseados. El uso de sensores de monitoreo, hacer retrofit de los equipos, e integrar los indicadores en una base única, son ejemplos de acciones para aproximar las pequeñas y medianas empresas a la cuarta revolución industrial.